Oh glorioso San José, ejemplo de rectitud, fortaleza y humildad, nos dirigimos a ti en nuestra búsqueda para convertirnos en mejores padres y esposos. Sabemos que nos enfrentamos a una sociedad en constante cambio donde los roles de hombres y mujeres han sido tergiversados, lo que ha resultado en confusión y sobrecarga para muchos.

Te pedimos, querido San José, que intercedas por nosotros ante Dios, para que podamos redescubrir y fortalecer nuestra identidad de hombres, padres y esposos, y así restaurar la armonía en nuestros hogares.

Ayúdanos a comprender nuestra responsabilidad en la familia, de proteger, amar, apoyar y educar a nuestros hijos en el camino del Señor. Concédenos la sabiduría para ser líderes espirituales en nuestros hogares, así como lo hiciste junto a María y Jesús.

Enséñanos a ejercer nuestra virilidad y autoridad con respeto, amor y humildad, sin dejarnos dominar por el orgullo, el egoísmo o la violencia. Que podamos reflejarnos en tu ejemplo y actuar con justicia, compasión y misericordia.

Ilumina a nuestras esposas, oh San José, para que juntas construyamos familias sólidas, basadas en el amor y el temor del Señor. Que seamos socios y aliados, respetando y valorando la dignidad y el aporte de cada uno.

Finalmente, te pedimos, San José, que nos ayudes a crear una sociedad más justa y fraterna, donde hombres y mujeres puedan complementarse y colaborar para el bien de todos, según la voluntad de Dios.

Amén.